Namasté querido ser de luz.
 
210 millones de personas son afectadas por tener algún tipo de adicción a redes sociales y/o internet. ¡Es muchísimo! No sé si lleves un registro de cuánto tiempo pasas en redes, pero yo me fui para atrás cuando mi teléfono me reportó que paso en promedio dos horas al día en él, de las cuales 50 minutos son de redes sociales. Yisuscraist.
Y, aunque son una herramienta de mi trabajo, la verdad es que mucho del tiempo que invierto en las redes no tiene que ver con estar produciendo.  Nos hemos vuelto los eternos consumidores. Y consumimos de todo: ropa, modelos a seguir, ideología, todo tipo de bienes materiales, incluso cuando no entramos a la espiritualidad con seriedad y respeto, nos volvemos consumidores de moda espiritual…
Muchas de estas actividades nos hacen -inconscientemente- buscar pretextos para que el ego tenga temas de conversación. Uno de sus favoritos es la comparación con los demás. Uff. Seguro te puedes identificar. La comparación envenena al alma y el corazón. Es una actividad limitante, destructiva, repetitiva y compulsiva.
No nos ayuda a mejorar ni nos motiva. Al contrario, genera fugas energéticas que nos drenan y estresan. En este vlog, te enseño cómo dejar de compararte con los demás.

Después de ver la mini clase, cuéntame qué te resonó, cuáles son tus reflexiones y cómo aplicarás estos tips en tu vida cotidiana.

Te mando un abrazo piña colada.

Me despido recordándote que eres luz y amor. Eres abundancia.
Elige experimentarla en todas las áreas de tu vida. ¡Yo te ayudo!
 
Saprema.
Andrea ♥︎

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