Namasté querido ser de luz.

El camino de la práctica espiritual es el camino del guerrero.

Muchos creen que “las personas espirituales” -que ya te he explicado que todos somos igual de espirituales, sólo que algunos no se lo creen- nunca nos enojamos, que siempre estamos en nuestro centro y que todo fluye siempre a la perfección para nosotros.

Mentira.

Los que hacemos práctica espiritual sabemos que hemos tomado la pastilla azul que Morfeo le ofrece a Neo en Matrix y que no hay vuelta atrás. Ya no puedes hacerte güey, o sea, pretender que no sabes. La espiritualidad implica tomar responsabilidad y eso es muy fuerte.

Sin embargo, nunca estamos solos.

Uff.

Por más que el ego te lo quiera hacer creer. La Divinidad -en cualquiera de las formas que le des- está en ti, a tu alrededor y a tu lado siempre. Siempre.

Uno de las herramientas que el hombre ha utilizado a lo largo de la historia para conectar con su espiritualidad y su versión de Dios son los altares.

Los altares son lo máximo para mí. Me encanta hacerlos, renovarlos, procurarlos.

Así que esta semana te quiero compartir mi forma de hacerlos, para que si deseas, lo hagas tú también.

Después de ver el vlog, me encantará conocer qué elementos tiene -o quieres que tenga- tu altar. Déjamelo en un comentario.

Espero que te dé mucha luz.

Te mando un abrazo de café.

Recuerda, eres luz y amor. Eres abundancia. Elige experimentarla en todas las áreas de tu vida.

Con todo mi amor,

Andrea de la Mora