Namasté hermano del alma.
Amo a los niños. Me caen muy bien.
El otro día acompañé a mi suegra a que se hiciera unos estudios médicos. Omar y yo estábamos en la sala de espera del hospital, junto con una mamá que esperaba con su hijo a un cirujano que le iba a quitar unos puntos de lo que parecía ser una cortada en el rostro.
El niño ha de haber tenido 6 ó 7 años. Estaba hablando a un alto volumen y Omar y yo nos enteramos que le gustaba el café capuchino, que tenía tarea de matemáticas y que le habían pospuesto el examen de ciencias naturales.
En eso, pasó frente a nosotros una camilla con una mujer semi dormida que los enfermeros llevaban de la sala de recuperación hacia su cuarto.
El niño sin pudor grito: “¡Ouch! Qué mal, ¿qué le pasó?”
Omar y yo nos volteamos a ver con una sonrisa y nos reímos de la espontaneidad e imprudencia del pequeño. Los niños se dejan ser, se permiten fluir con el aquí y el ahora y actúan de acuerdo a lo que sienten, sin filtro.
¡Son lo más!
Así que esta semana, te comparto un video donde habló sobre cómo contactar con tu niño interior y festejarlo este jueves.
¿Tienes alguna otra forma de contacto? Me encantará aprender de ti. Por favor compártela en este enlace.
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Con todo mi amor.
Andrea de la Mora
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