Namasté compañero de camino.
Creo con todo mi ser que todos tenemos un conjunto de talentos y habilidades que están destinados a hacer brillar al Universo.
Sin embargo, las expectativas que nos ha impuesto la sociedad, la familia, los medios de comunicación masiva y otras instituciones, nos fomentan estrés sobre las relaciones, bienes materiales y situaciones que deberíamos lograr y los tiempos en los que tenemos que haberlo hecho. Eso hace que nuestro ego, tenga miles de voces mentales que nos califican, monitorean y critican todo el tiempo.
Y entonces, las voces nos llenan de miedo. Nos empujan a seguir lo convencional, a apostarle a lo seguro.
En mi experiencia hay tres cosas que objetan a esas voces y permiten que el poder personal resurja:
- el amor,
- la presencia y
- la aceptación.
Estos tres estados se alcanzan ejerciendo una práctica espiritual constante. Una de estas prácticas es la meditación. En otros blogs te he contado que etimológicamente meditar viene del indoeuropeo med y del vocablo latín mederi que quiere decir cuidar, tratar. De ahí surgen palabras como médico, mediar y remedio.
¡Qué lindo! Meditar es una medicina y en mi experiencia, es la mejor de todas.
Si las voces de la querida mente al servicio del ego te dicen que no tienes tiempo, he hecho especialmente para ti este vlog. Es hora de bajarle el volumen a esas voces para que puedas irradiar tu luz y servir al Universo a través de tus maravillosos dones únicos. Sin pretextos.
Y sí, claro que te lo imaginaste. Esta semana te comparto una meditación para que silencies al ego y medites un ratito diario.
Te mando un abrazo de alcatraces.
Recuerda, eres luz y amor. Eres abundancia.
¡Elige experimentarla en todas las áreas de tu vida!
Con todo mi amor,
Andrea de la Mora ❤
Gracias!!!