Namasté querido compañero de luz. 

Desde niña he sido defensora de la justicia. A pesar de que tuve la fortuna de llevarme bien con mis compañeros de clase, no podía soportar que bullearan a alguno de los compañeros. De hecho, mi mejor amigo, molestaba con frecuencia a una de las niñas de mi salón y eso me ponía mal. Llegó a ser tan notorio mi papel en el salón, que en una ocasión, a pesar de que la regla era que en la banca los alumnos fueran de ambos géneros para evitar distracciones; las maestras me dejaron sentarme junto a Olga, la niña a la que molestaban.

Lo más chistoso de todo es que odio confrontar. Si alguna vez has asistido a algún taller conmigo, sabes que frecuentemente uso la frase “Con cariñito azucarado que sabe a bombón” porque a mí me gusta la vida rosa. Confrontar me pone nerviosa… Pero al mismo tiempo, no me dejo.

En el consultorio, es muy común que los consultantes me pregunten sobre sus relaciones y desafortunadamente, la mayoría tienen temas de asertividad. Nos han enseñado que poner límites es algo malo, que si pensamos en nosotros somos egoístas. ¡Nada podría estar más lejos de la Verdad! Merecemos experimentar la vida más plena, a eso hemos venido y por tanto, muchas veces requerimos aprender a decir: ¡basta! Ya es suficiente.

Así que esta semana, te comparto un video que espero que te ayude a diferenciar el momento de dejar ir una relación.

Espero que te dé mucha Luz.

Y recuerda, eres luz y amor. Eres abundancia. Elige experimentarla en todas las áreas de tu vida.

Con todo mi amor,

Andrea de la Mora  ❤