¿Sientes el movimiento de mi corazón?
Su fuerza me mece.
Oscilo de atrás hacia delante.
Él trabaja, continuamente, sin descanso.
No requiere que le recuerde que bombee.
No requiere tiempo para sí mismo, pues sabe que en su misión está la de los demás. Que si él para, todo el sistema se descompone.
Y lo hace sin queja.
Amo mi corazón.
Gracias corazón.
Muévete, sigue moviéndome.