Namasté querido compañero en la Luz.
 
Hoy quiero compartirte un “ahá” que tuve en estos días con respecto a la compasión.
 
Actualmente, construyen un edificio justo al lado del mío. Llevan más de 8 meses, martillando, generando mucho polvo y haciendo mucho ruido. Prenden su radio a todo volumen y por más que cierres la ventana, sigues escuchando su música. Esto sucede de lunes a sábado de 7 am a 10 pm. (Los sábados terminan como a las 4 pm)
 
Estamos hartos. No sólo Omar y yo, sino todos los vecinos. Y por si fuera poco, la última semana han estado viniendo a trabajar en las noches porque están instalando fibra óptica. Llegan como a las 11 pm y se van como a las 6 am. 
 
Entonces, los espacios de silencio que teníamos por las noches ya no están ocurriendo. Esto ha hecho que salga la adolescente rebelde y grosera que vive en mí y que me den unas ganas de gritarles y aventarles de cosas. En verdad, esta situación ha generado un hartazgo-enojo-odio en mí. Horrible. No he salido a mentarles la madre, pero no me han faltado ganas de hacerlo.
 
Y entonces, los ángeles comienzan a hablarme de la compasión. Me ayudan a ver que los trabajadores están siguiendo instrucciones. Están haciendo su labor. No pueden instalar la fibra óptica en el día, pues el tránsito peatonal y automovilístico se los impide. Y entonces respiro profundo. Me alientan a observar que no puedo hacer nada al respecto. Lo único que está en mis manos es mi percepción. Incluso hablándole a la policía para callarlos, ellos tienen permisos de la delegación para trabajar a esas horas. Bajan el volumen un par de horas y luego vuelven a hacer ruido.
 
Como el mundo exterior, es reflejo del mundo interior, mis guías me preguntan, ¿cómo se vincula esta situación contigo? ¿Qué tan callada mentalmente estás? ¿Qué tanta compasión has estado sintiendo hacia ti? ¿Estás siendo grosera contigo? ¿Estás empolvando tu realidad? ¿Te estás hablando gentilmente? 

¡Plop!
 
Me cae el veinte de que he estado muy criticona conmigo últimamente y que he tenido mucho ruido mental, porque al ser estricta conmigo, me planteo demasiadas metas que por cantidad no he estado pudiendo cumplir. Y me juzgo y hablo feo. Me he notado distraída y cuando me sorprendo, me regaño.
 
“—Uff—. Pienso. “—Traigo la construcción en mi mente. Ese martilleo, ruido y polvo está en mí.”
 
Vuelvo a respirar. Me intenciono para perdonarme. 
 
Me digo: “—Hago lo que puedo. He estado distraída porque tengo tantas ocupaciones en la mente, que no he estado presente. Y no pasa nada.”—. Vuelvo a respirar. — No pasa nada. Estoy dispuesta a amarme tal y como soy—.” La respiración se hace más profunda. 
 
Sonrío internamente. Me amo y por tanto me perdono. Todo está bien en mi mundo. ¡Ahó!
 
¿La construcción? Aquí sigue. Pero mi percepción hacia ella cambió y por tanto, ya no me molesta. Y lo mejor… en las noches no he oído a los trabajadores.
 
¡Goool! 🙂
 
Así que  esta semana te comparto una meditación para contactar con la compasión. Como sabes, si tú deseas mandar una sugerencia de meditación y/o una pregunta para que sea contestada en este boletín puedes hacerlo a info@andreadelamora.com 

Después de que veas el video, por favor compártenos tu reflexión comentando a este post.
 
Recuerda, eres luz, amor y abundancia. ¡Elige experimentarlas en todas las áreas de tu vida!
 
Abrazo de Luz.
Saprema,
Andrea de la Mora