Namasté hermano de camino: 
Seguramente has notado que la energía en las últimas semanas se ha acelerado considerablemente, haciendo que lo que verdaderamente tiene un propósito superior sea; y que lo que hemos estado postergando ha recibido un empuje del Universo para que suceda y finalmente, lo que ya requiere dejar de existir, se ha difuminado o terminado.
En estos días he sentido muy cerca de nosotros a Arcángel Azrael, el ángel de la transición y el duelo. Él nos guía, conforta y contiene en todos los cambios y transiciones que estamos experimentando.
Su mensaje ha sido muy claro. Confianza. Es momento de tomar ese salto de Fe y realmente fluir con nuestras experiencias y descansar en la certeza de que todo es en nuestro mayor beneficio.
La energía actual invita a que tomemos acción. A que, si en verdad estamos comprometidos con nuestro despertar, dejemos ese estilo de vida que nos daña, a que perdonemos, a que hagamos de nuestros hábitos herramientas de ascención. Eso es lo único que el Universo requiere de nosotros: nuestra disposición a elevar nuestra conciencia. Si te genera ansiedad levantarte antes para poder meditar, hacer esa dieta que tu cuerpo te pide, dormir tus horas; entrégasela a los ángeles. Ellos te guiarán en tu proceso, te asistirán en la generación de nuevos hábitos y sobre todo, serán amorosos, compasivos y gentiles contigo. ¿Te das cuenta? Tienes el poder de accionarte ya.
Es hora de dejar pretextos, de brillar con toda tu fuerza y vibrar en la frecuencia del amor. De que todo lo que hagas, digas, pienses, expreses, sientas… todo, sea en esta vibración de dar y recibir amor incondicional. Es hora de dejar a un lado todo lo que nos aleje de experimentar nuestra misión y vivir paz, bienestar, salud, amor, alegría y prosperidad.
Tips para tomar acción:
1. Permanece en el aquí y el ahora. Realizar cambios estresa al ego y puede comenzar con autoboicot. Obsérvate continuamente y cuando te des cuenta que tu mente ya se está enganchando con el pasado y/o el futuro, regresa al presente.
2. Ora. La Gracia divina es un regalo que nos llega al pedirlo. Házle saber a Dios y a los ángeles que estás listo para recibir su ayuda.
3. Enfócate en el Amor. Vence la apatía, flojera y desidia, concentrándote en el camino que deseas andar: ser, vibrar, respirar y sentir amor incondicional.
Espero que esto te dé mucha luz. Y recuerda, eres luz y amor. Eres abundancia.
¡Elige experimentarla en todas las áreas de tu vida!
Con todo mi amor,
Andrea de la Mora ❤
