Namasté querido compañero de luz.
Seguramente has escuchado o leído varias veces que somos seres espirituales en una experiencia material. Esto va mucho más allá de una frase, es una Verdad que involucra al estado natural de tu Ser.
Haz un alto, deténte. Respira…
¿Cómo te sientes? ¿Qué pasa por tu mente? ¿Cuál es tu objetivo de hoy?
Equilibrio. ¿Qué es el equilibrio?
Abrazar cada parte de ti; tanto tu dimensión espiritual, como tu dimensión material. Una no cancela a la otra, ¿sabes? Nuestra experiencia es tan basta, tan maravillosa, que tenemos la oportunidad de vivir desde el corazón y materializar al mismo tiempo.
Podemos soñar, imaginar, pensar, resolver, crear, visualizar, intuir, orar… en el mundo interno, todo es posible. Paradójicamente son actividades que haces individualmente y que forman parte de tu intimidad, pero que te vinculan con la Unidad, con el Todo; de corazón a corazón.
Lo increíble es que podemos bailar, construir, amar, hacer, disfrutar, sentir, reír… en el mundo externo, todo es posible también. El mundo manifiesto tiene que ver con la experiencia material, la cual es sagrada y bendita. Es una forma de expresar y recibir amor en todas sus formas, colores y sabores.
¿Te das cuenta? Tu ser espiritual y tu ser material son una expresión de la misma Fuente.
Encuentra el balance entre lo material y lo espiritual. Ese es el reto. Sentir al Gran Espíritu en todas las expersiones individualizadas de sí mismo. Cada encuentro, cada coyuntura y cada reto es una oportunidad diferente de vivir esta fusión sagrada entre lo que eres y lo que vas siendo momento a momento.
Así que la invitación de este mes es a que enfoques tus acciones a elevar tu espíritu y manifiestes tu esencia en tus comportamientos y actitudes.
Tips para balancear tu espiritualidad con tu materialidad:
Haz una práctica. Ya sea que medites, ores, mantralices, contemples… Todas estas actividades te ayudan a contactar con tu interior y al mismo tiempo, con el Universo entero. Pruébalo, es maravilloso.
Honra tu cuerpo. Nútrelo, ásealo y aliméntalo con amor. Ama a tu vehículo, es perfecto. Recuerda que está diseñado por la más alta inteligencia universal y es perfecto reflejo de salud, belleza y prosperidad.
Comunícate. Mantén una comunicación permanente contigo mism@ y con tu alrededor. Observa, huele, toca, escucha y prueba. Tus sentidos te ayudarán a percibir tu estado de ánimo, así como tu contexto.
Espero que esto te dé mucha luz. Y recuerda, eres luz y amor. Eres abundancia.
¡Elige experimentarla en todas las áreas de tu vida!
Namasté.
Con todo mi amor,
Andrea de la Mora ❤