Namasté querido compañero en la Luz.

Hoy te quiero compartir que en los momentos en los que más frágil me he sentido, mi mente ha contribuido enormemente a crear historias, inventar escenarios trágicos y acrecentar la angustia a través de exponer todo lo que puede pasar en el futuro que me lastimaría, estresaría o devastaría.

¿Te suena familiar?

Hmmm. Me lo imaginé…La mente está hecha para pensar.  Cuando no tiene qué hacer, usa estrategias de miedo para atraer tu atención y por tanto, que tengas una activación mental.

La atención consciente es uno de los pasos que podemos elegir para expandir nuestra conciencia y estar en el aquí y el ahora. Si has leído los artículos que están en menú de recursos de esta página, sabes que cuando tu mente vive en el presente, te encuentras relajado, en paz y tu ser expresa más fácilmente el amor, por lo que co-creas más fácilmente bendiciones y situaciones gentiles en tu vida.

Así que esta semana, te comparto 10 técnicas que te ayudarán a estar en presencia total y por tanto, a sentir paz interior.

1. Ve más despacio. Come más lento, habla más pausado, respira suavemente.
2. Escucha conscientemente. Lleva tu atención a los sonidos, tanto de tu interior, como del exterior.
3. Camina meditando. Procura que cada paso que des, esté lleno de conciencia. Es decir, pon atención en sentir con todo tu cuerpo y sentidos tu caminar.
4. Haz oración. Platícale a Dios tus sueños, preocupaciones y deseos.
5. Acepta. Deja de intentar que todo cambie y usa la energía que te sobrará para integrar lo que vas experimentando momento a momento.
6. Canta y baila. Estas dos actividades contactan con la Divinidad, la inspiración y la alegría.
7. Sé una expresión del agradecimiento. Siente gratitud por todo. Respiras, vives, sueñas, piensas, sientes. ¡Es maravilloso!
8. Ríete. Suelta la falsa necesidad de ser tan solemne y perfecto. Ríete de ti, de lo que vives. Ríete junto con Dios encontrando el humor dentro de cada experiencia.
9. Aprecia la simpleza. No requieres luchar ni ir contra la corriente. Fluye en el océano divino de la misma forma que el sol y el mar. Todo tiene un curso y un tiempo, no te compliques.
10. Contacta con el amor. Sé amoroso en lo que dices, haces y piensas.