Namasté querido ser de Luz.

Seguramente alguna vez has visto que los yoguis y meditadores usan collares y pulseras de cuentas. Estos collares se llaman mala, malas en plural y en sánscrito quiere decir guirnalda. Se han usado desde hace varios siglos como herramientas que nos invitan a la contemplación, la disciplina y el compromiso con nuestra práctica espiritual. La guirnalda simboliza un círculo, el cual no tiene principio ni fin.

Al colgarte un mala, estás también llevando junto contigo la energía y frutos de tu meditación, pues cada vez que lo usas al meditar, lo marinas de esa energía amorosa que surge al llevar tu práctica. Los malas están hechos de diferentes materiales. Los más comunes son sándalo y semillas como el loto y rudraksha, aunque también  hay de cuarzos y hueso.

Al igual que los rosarios católicos, los malas sirven para contar. ¿Qué cuentas? Repeticiones de mantras. Un japa mala generalmente está compuesto por 108 cuentas, además tiene un lingam o cuenta del Guru, que es una cuenta distinta (la mayoría de las veces más grande o de otro material) que simboliza al Maestro, a Shiva el primer yogui.

Hay muchas versiones de la razón por la cual los malas tienen 108 cuentas. Una de mis favoritas es que 108 es el número de veces que la circunferencia de la Tierra cabe en la distancia de ella al Sol.

¿Cómo elegir un mala?

Primero contactar con tu intuición para saber cuál será la intención de ese mala, es decir para qué lo quieres. Por ejemplo, lo puedes usar para conectar con energía de distintas deidades o con algún aspecto de la realidad física, como la salud, el amor y la prosperidad. Yo tengo un mala distinto para diferentes mantras.

Entonces cuando estés eligiendo el mala, en primera instancia haz una oración para que tus guías te orienten hacia el material y la persona que venda las malas. Los malas por lo general tienen un proceso muy íntimo y sagrado a la hora de ser creados por lo que te recomiendo que compres uno con una persona o una tienda que te inspire mucha confianza y que resuene en tu corazón lo que hace. Centros holísticos, estudios de yoga, centros de meditación son excelentes opciones. Si tienes la fortuna de viajar a Asia pronto, seguro te encontrarás muchísimas opciones y si conoces a alguien que vaya a ir, ¡ya sabes qué pedirle de souvenir!

Al igual que los cristales, en mi experiencia, no hay forma de equivocarse al adquirir un mala. Incluso cuando te es obsequiado, hay una razón detrás de porqué llegó precisamente ese mala a tus manos.

¿Dónde guardarlo?

Otro aspecto importante a considerar es dónde vas a guardar tu mala. La idea es que siempre esté en un lugar cuidado  y limpio. Como te contaba arriba, este objeto tendrá la energía que le vayas inyectando a través de tu práctica, por lo que hay que cuidar que no “se ensucie” energéticamente. Puedes comprarle un saquito o una cajita y guardarlo en el cajón o armario o colocarlo en tu altar.

¿Cómo se usa?

Para meditar con él, siéntate con tu espalda erguida y coloca tu mala en la mano derecha, sosteniéndolo con tu dedo medio y pulgar. Llévalo a la altura de tu corazón, cierra tus ojos y comienza a respirar profundamente. Ahora, comienza con la cuenta que le sigue al lingam y canta el mantra que desees, por ejemplo: Om Namah Shivaya. Avanza por cada cuenta mientras cantas el mantra hasta dar la vuelta. Cuando llegues nuevamente a la cuenta del Guru o lingam (si ya no deseas hacer otra serie de repeticiones) cuélgate tu mala y permanece en contemplación unos minutos más. Si deseas realizar otra vuelta de repeticiones, en vez de saltarte la cuenta del lingam, comienza a avanzar en sentido contrario.

Listo, esta fue una mini clase súper básica de lo que son los malas. Ahora vas tú. Cuéntame en los comentarios si tienes alguno y cuál ha sido tu experiencia usándolo. Me encantará leerte.

Abrazo de mala tibetano para ti.

Y recuerda, eres luz y amor, eres abundancia. Elige experimentarla en todas las áreas de tu vida.

Saprema,

Andrea ❤︎

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