Namasté querido ser abundante.

Siguiendo las sugerencias que mandaron de temas hoy te comparto sobre el amor propio y la abundancia.

Cómo es que el amor y la prosperidad están relacionados:

Cuando te amas, -y me refiero a un verdadero amor incondicional y aceptación de ti mismo, no a sólo comprarte zapatos o comerte algo que te guste “porque te amas”- entras en sintonía con la vibración de la Fuente de abundancia, pues quien genera el poder de manifestación es la Divinidad y la Divinidad es Amor.

Así que te comparto 3 tips para que comiences el proceso de amarte.

Acéptate. Siempre hablo del poder de la aceptación. Que ojo, no es conformismo. La aceptación es la capacidad de reconocer que algo es como es, el conformismo es resignarte ante las características de algo. Cuando te aceptan, abrazas todas las partes de ti. Esto hace que dejes de criticarte, que te hables con amor y que elijas situaciones gentiles en tu vida.

Perdona. Nada nos bloque más que tener rencores y resentimientos. Ponte en disposición para perdonar. Te aseguro que te llegarán libros, talleres, conferencias y recomendaciones que te ayudarán a llevar a cabo tu proceso de sanación a través del perdón.

Haz tiempo para ti. A veces nos creemos la idea de que no tenemos tiempo para nosotros. Que hay que hacer mil cosas antes de cultivar una amistad, darle seguimiento a un sueño o contactar contigo a través de la creatividad y el descanso. Cuando te haces tiempo para ti (y SIEMPRE se puede), te amas.

Contacta con la abundancia desde ya. Que tu enfoque para ti y para tu vida sea en ver lo que tienes y agradecerlo. Honra tu camino, celebra tus logros, ve tu vaso medio lleno. Apapáchate con tus palabras y vibra en prosperidad.

Así que no hay pretextos. Es tu turno. ¿Qué acciones se te ocurren para amarte? Comenta la publicación. Leeré todos los comentarios y retroalimentaré los más posibles.

Espero que te dé mucha luz.

Recuerda, eres luz y amor. Eres abundancia. Elige experimentarla en todas las áreas de tu vida.

Con todo mi amor,

Andrea de la Mora