Namasté querido ser de luz.

Te saludo con una ola de gratitud por estar viva y poder escribir y compartir esto contigo 🙂

Ya sabes que no me canso de contarte que la abundancia es integral y se manifiesta en todas las áreas de nuestras vidas. Esto quiere decir que nuestro cuerpo físico es un lugar dónde  manifestar abundancia.

Ya sabes que la abundancia no se genera, sino que es un estado de conciencia al que te sintonizas, ¿cierto? Bueno, pues para que puedas observar y “diagnositcar” tu conexión a la prosperidad fisiológica basta con hacerte unas cuantas preguntas:

¿Qué tan seguido se enferma tu cuerpo?

Durante un día de tu rutina normal, ¿te sientes cansada sin razón?

¿Duermes bien?

Al despertar, ¿te sientes descansada?

¿Tienes una buena digestión?

¿Has presentado alguna enfermedad crónica?

¿Has tenido cirugías?

Si tus respuestas tienen que ver con molestia, dolor, cansancio o enfermedad habrás reconocido un foco rojo en torno a tu abundancia en cuerpo físico.

¿Qué hacer si notaste carencia o enfermedad?

Creo que el mejor tratamiento para mantener a nuestro cuerpo físico sano es la prevención. (Te paso tips al final del blog). Dicho eso, hay varias formas de reconectar con tu derecho a la salud.

  1. Pregúntale a tu cuerpo. Regálate 10 minutos diarios de conexión con tu cuerpo físico. Cierra los ojos respira profundo y pregúntale, ¿qué me quieres decir con este malestar o trastorno que he manifestado? Escúchalo con tu corazón y mantén una libreta y pluma cerca. Es sorprendente la claridad que recibimos de nuestros cuerpos cuando contactamos con ellos.
  2. Observa si estás cumpliendo alguna lealtad familiar. Muchas veces, las enfermedades se manifiestan en nuestros cuerpos porque somos  de un equipo particular. Es decir, si mi familia tiene diabetes, inconscientemente por pertenecer y ser parte del equipo, puedo manifestar diabetes. Lo mismo pasa para temas psicoemocionales. Así que observa si hay algún patrón familiar que estés cumpliendo. Si detectas alguno, te recomiendo tratarlo en psicoterapia sistémica y/o constelaciones familiares.
  3. Investiga su conexión psicoemocional. Estoy convencida de que todos los trastornos que materializamos en nuestro cuerpo tienen un origen energético que está prácticamente siempre basado en alguna experiencia que nos cimbró, rompió o marcó de una forma profunda a nivel psicoemocional. La psicoterapia humanista (la aproximación Gestalt es mi favorita) es una herramienta valiosísima para explorar y sanar.
  4. Haz de tu salud tu prioridad. Es hora de tomar las riendas de tu salud y alimentarlo con alimentos que afirmen la vida; -Adiós a los procesados, químicos, conservadores y las prácticas anti éticas con animales- entrégale espacios (reales) de descanso y desconexión; ¡duerme! Dormir es importantísimo. Muévelo. Tu cuerpo está diseñado para el movimiento. El llevar vidas tan sedentarias como lo hacemos hoy en día es pésimo para nuestra salud. Camina, baila, fortalécelo, muévelo conscientemente todos los días. Toma mucha agua. Si puede ser agua natural, por ejemplo, de un filtro Niken, mejor. Luego las industrias embotellan agua y le agregan y quitan cosas que la vuelven un poco menos que alimento procesado.  Conecta con tu cuerpo todos los días y pregúntale cómo está, qué necesita.

Vas tú. Menciona en los comentarios con qué otra actividad haces tú para procurar a tu cuerpo. ¿Tuviste alguna reflexión o te diste cuenta de algo que no habías notado? Compártelo en los comentarios. Leeré todos los comentarios y contestaré algunos.

Recuerda, eres luz y amor. Eres abundancia. Elige experimentarla en todas las áreas de tu vida.

Con todo mi amor,

Andrea de la Mora