Namasté querido ser de luz.

Desde niña la muerte ha estado muy cerca de mí. Al principio, sentía que iba a morir muy joven.

En mi infancia me daban unas fiebres muy altas que nos hacían a mis padres y a mí salir de la casa en la madrugada hacia el médico. Y es que la fiebre ha sido una maestra de vida importantísima para mí. Pero esa es otra historia.

Y te digo, la sensación era como de estar de entrada por salida en esta encarnación. Más grande descubrí que había un contrato familiar con respecto a las mujeres y sus muertes, el cual mi mamá y yo sanamos hace unos años. Sin embargo, muchas personas a mi alrededor han muerto. No es que haya una norma con respecto a eso, pero a veces siento que estoy muy joven para ya haber ido a tanto velorio…

Como sabes, en México probablemente la tradición más arraigada desde tiempos pre colombinos es el día de muertos. Hoy. Me fascina. Amo poner ofrendas, me encanta verlas en vivo, en fotos, en pelis, cualquiera de sus versiones me parece espectacular.

Disfruto honrar a los ancestros, a los que pasaron antes y dejaron su huella, sus aprendizajes, sus emociones, su punto de vista, amor y dolor. Todos los que han pisado la tierra lo han hecho consciente o inconscientemente.

Y creo que puede interpretarse también como la oportunidad para voltear a ver nuestra vida y observar qué requerimos dejar morir de nosotros o nuestras circunstancias, para poder renacer de forma distinta, con otras posibilidades y creando de forma más diversa.

Así que mi invitación de esta semana es a que honremos a los que ya se fueron, nos demos permiso de sentir nuestros duelos y hagamos reverencia a la vida – muerte – vida, que experimentamos diariamente en las cosas cotidianas como el día y la noche y las más extraordinarias, como las  despedidas carnales de nuestros seres queridos.

Esta semana, te comparto un vlog donde hablo sobre las emociones y los sentimientos. Espero que te ayude a fluir con la vida y su muerte.

Espero que te dé mucha luz.

Te mando un abrazo de agua de flor de cempasúchil.

Recuerda, eres luz y amor. Eres abundancia. Elige experimentarla en todas las áreas de tu vida.

Saprema,

Andrea de la Mora 

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